Cada año cruzan por México 470.000 personas rumbo a Estados Unidos, provenientes de Centroamérica. México pasó de ser lugar de origen de la migración, a lugar de tránsito pero también, de destino, de deportados y de migrantes directos. Particularmente tras los endurecimientos en la frontera del Río Bravo los últimos años, también por causa de la pandemia. Hay personas que están 2 años migrando, en la ruta a la “tierra prometida” de América del Norte. Encontramos en el relato bíblico de Ruth 1:1-5, la historia de migración de Noemí y su familia, quienes deben escapar de su tierra a causa del hambre. Allí Ruth se compromete “hasta las últimas consecuencias” en la travesía y las consecuencias de quien debe migrar, siendo la redentora (Goel) trayendo esperanza y nueva vida. La experiencia de iglesias luteranas que crearon una red de apoyo para acompañar en México y Centroamérica a quienes migran.