Mostrad amor por los extranjeros, recordando que fueron extranjeros en Egipto. (Deuteronomio 10:19)
SANTIAGO FLORES
Pastor de la Iglesia Reformada Calvinista de El Salvador, con programas de atención a migrantes y retornados.
Es necesario cuestionarnos como creyentes cuando vemos que nuestras iglesias son insensibles ante las situaciones de los migrantes. Desde la experiencia de El Salvador, un país de origen de personas migrantes que van hacia el norte del continente, se construyen estrategias comunes con gobierno y demás organizaciones sociales y humanitarias, para pensar de forma integral la migración y acompañar, particularmente, a quienes retornan al país, y buscando atacar las causas que motivan a que personas se vean forzadas a migrar. El sufrimiento y el dolor al que se exponen quienes inician estas travesías constituyen un clamor que nos recuerda la historia de persecución del pueblo de Israel y de seguidores de Jesús. Debemos motivar y sensibilizar grupos de trabajo en nuestras comunidades locales, para acoger y acompañar de puertas abiertas a quienes deben desplazarse de sus tierras. Somos iglesia migrante en camino a nuestro verdadero hogar, la promesa del Reino.
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¿Tendemos redes con organizaciones sociales que trabajan sobre migración en nuestros contextos?