El proyecto #ZAQUEO toma cuerpo en América Latina. Del 1° al 3 de diciembre de 2021 se presentó en la Universidad Reformada de Barranquilla la campaña por justicia tributaria y reparación Proyecto #ZAQUEO, enraizada en la visión de una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional (NIFEA). La campaña busca la promoción y la generación de un cambio de paradigma de los sistemas fiscales y económicos regionales y globales que actúen como la figura de Zaqueo en el Nuevo Testamento (Lucas 19: 1 – 10).
Este proceso que se inicia en 2012 fue diseñado para abordar el poder de las instituciones económicas y financieras del mundo contemporáneo globalizado. Se trata de un esfuerzo ecuménico conjunto de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Consejo para la Misión Mundial (CWM), Federación Luterana Mundial (FLM) y Consejo Metodista Mundial (CMM). Se enfoca en traer equidad y reparar la explotación y la injusticia, así como en la redistribución de recursos hacia comunidades empobrecidas para lograr una transformación social y pública. La promulgación de impuestos progresivos sobre el patrimonio a nivel mundial y nacional para frenar la creciente concentración de la riqueza en manos de unos pocos cada vez más poderosos, de la mano de una mayor inversión pública para erradicar la pobreza. El cese de la evasión y elusión fiscal por parte de corporaciones multinacionales y personas adineradas. Llamado urgente por impuestos progresivos sobre el carbono y la contaminación a diferentes niveles para proteger nuestro único hogar planetario. La implementación inmediata de un impuesto a las transacciones financieras sobre el comercio de acciones, bonos, divisas y derivados para frenar las actividades especulativas dañinas.
El lanzamiento para América Latina y el Caribe fue organizado por AIPRAL en conjunto con CMIR y la Corporación Universitaria Reformada de Barranquilla, Colombia. Fue un encuentro de liderazgos y referentes de las iglesias y espacios académicos de la región, junto a expositores del más alto nivel, quienes compartieron sus visiones críticas sobre los sistemas fiscales y tributarios de los países latinoamericanos, así como perspectivas teológicas que reivindican el rol activo de la fe en la promoción de sistemas económicos nacionales y globales más justos.
PRIMERA JORNADA
El lanzamiento se inició, como señalara Werston Brasil del equipo coordinador del evento, con:
…exposiciones, debates, discusiones y contenidos que ciertamente serán transformadores para nuestras vidas
La apertura estuvo a cargo de Rev. Philip Peacock, director de Justicia y Testimonio de CMIR, quien presentó el proyecto #ZAQUEO a través de una breve digresión sobre la actualidad del proceso colonialista que dio sustento al sistema financiero global. Corporaciones contemporáneas tienen su origen en aquel proceso esclavista que redundó en tantas muertes y sufrimiento para la población africana, y demás regiones que sufrieron atropello a sus culturas económicas con el fin de promover la explotación de materias primas para las metrópolis. Peacock retoma el texto de Lucas 19 señalando la interpretación tradicional que hemos hecho en nuestras iglesias acerca del personaje de Zaqueo a través de la relectura de la expresión del personaje bíblico: «lo que doy», en forma presente, y no «lo que daré». Esta noción debe constituir la base para que nuestras comunidades procuren entre otras cosas, la reparación de las mencionadas injusticias históricas. Entre las iniciativas existentes, insiste en la necesidad de cobrar tributos a las transacciones financieras globales.
La profa. Kellen Rocha de Souza, de Brasil, presentó los conceptos que deben conformar un sistema fiscal ideal: integridad, progresividad y neutralidad. Introdujo elementos para el cálculo de la carga tributaria y la comparación de esta en Brasil con demás países del continente y de la OCDE. Presentó el índice de Gini, utilizado para identificar la desigualdad de ingresos.
Lucy Hackett, en conexión desde EE.UU., hizo una presentación del sistema tributario mexicano, con una carga impositiva menor a la de otros países latinoamericanos, pero con el mismo inconveniente de la mal distribución, porque está basada en impuestos que inciden sobre el consumo de bienes y servicios, afectando a la base de la sociedad. Hackett señala las dificultades de la carga tributaria baja así como las dificultades para aumentar esa carga.
Una carga tributaria alta no es necesariamente mala: es mala cuando es alta pero injusta, mal distribuida entre quienes deben y no deben pagar.
Además indicó los problemas culturales en México para implantar una carga tributaria que sea generadora de recursos que sean volcados en políticas sociales y de ayuda a poblaciones marginalizadas. Una limitante cultural aparece en la expresión: «Yo no pago mis impuestos porque el gobierno lo roba», apuntando a consumos individualistas, estos discursos evidencian una legitimidad debilitada y la ineficacia del sistema del control tributario de México. No obstante que el fisco mexicano es incluso tecnológicamente más avanzado que el de EE.UU., se constata la discrecionalidad a la hora de quienes son objeto de su control y quienes son pasados por alto.
También presentó la situación de México Paola Palacios a través de las premisas y propuestas del Plan Nacional de Desarrollo y la Unidad de Inteligencia Financiera.
En la tarde acompaño el sociólogo uruguayo Juan Geymonat que habló sobre la estructura de la desigualdad en el caso de su país. Dinamizó la exposición a través de un gráfico evolutivo de 1801 hasta la actualidad, que evidencia como los países que inicialmente tenían proximidad en cifras de crecimiento económico y distribución de la riqueza, se fueron distanciando, algunos en forma extrema. Evidenció como el proceso de crecimiento económico no es necesariamente generador de riqueza para todos, sino que la evidencia histórica señala la concentración en pocos actores de la sociedad. Esta desigualdad se sustenta en las políticas salariales, en las políticas de ingresos de renta y capital, por lo que se enfatiza la necesidad de estudiar las estructuras de propiedad y de concentración en nuestros países. En Uruguay no es tan diferentes de lo demás países: el 1% tiene más ingresos que el 50% de toda la población empobrecida.
Para finalizar la jornada, se contó con la presentación de Bruno Reikdal de Brasil, a través del papel de la teología en la crítica de la economía: el expositor señaló que teólogos y teólogas tienen un doble desafío, repensar la teología en su propio ámbito y con su carácter crítico develar lo que está oculto en la pretensión de la neutralidad de la ciencia económica, en el análisis de procesos y fenómenos de la economía.
Es preciso desmontar el mito de la neutralidad del análisis económico, como parte de una crítica epistemológica, invitando a proponer una nueva base para las economías.
SEGUNDA JORNADA
La segunda jornada inició como previsto con un momento devocional propuesto por el Rev. Gerardo Oberman de Red Crearte. Humberto Shikiya del equipo coordinador del evento, señaló en virtud de una de las canciones compartidas, que:
el verbo esperanzar es un verbo que no está asociado a esperar, sino justamente lo que transmite esta canción, a trabajar juntos y juntas por otra realidad.
Esto se vincula con la necesidad de trabajar desde la realidad de lo que es el sistema financiero global, la fiscalidad que sucede a nivel internacional y el vínculo que tiene con las economías de nuestros países.
La primera presentación, en directo desde Brasil, fue de la Dra. Profa. María Lucia Fattorelli, quien como economista introdujo a los presentes en la visión acerca de los mecanismos que generan desigualdades dentro de América Latina, evidenciando el funcionamiento de un sistema perverso instrumentalizado a nivel internacional para favorecer una mayor concentración y acumulación de riqueza a través de los mecanismos monetarios. En este esquema tiene relevancia el Banco de Pagos Internacionales (BIS) junto a otras organizaciones de la arquitectura financiera internacional originados en los acuerdos de Bretton Woods. Pero el BIS es posterior y se trata de un organismo que concentra la articulación de los bancos centrales y es ese mecanismo donde efectivamente lo que hace es garantizar la securitization de los movimientos monetarios, o sea, la «segurización» que hace efectiva la posibilidad de que cualquier fondo creado a través de los sistemas fiscales de los países asegure la devolución de los servicios de la deuda. la Dra. Fattorelli ejemplificó con el caso de Brasil y las consecuencias de la deuda y el pago de los intereses generados en tan corto tiempo. El mecanismo del BIS fue fortalecido tras la crisis financiera de 2008 para justamente sostener el sistema financiero internacional que genera este tipo de situaciones con deudas soberanas. Esto exige una mirada atenta sobre los agentes financieros que terminan siendo en nuestros países que los bancos centrales, que trabajan como garantes del mecanismo que sostiene, en palabras de la doctora:
un sistema corrupto y poco transparente (de los sistemas de deuda a nivel internacional).
Es una batalla muy dura para reducir el poder que tienen los bancos centrales frente a estos mecanismos, por lo que es necesario seguir apostando a investigaciones sobre las deudas soberanas, como los que realiza la dra. Fattorelli. Entonces tenemos una arquitectura financiera internacional vinculada a través de sus mecanismos a generar este tipo de desigualdades a través de lo que es el sistema de endeudamiento a nivel internacional. Este sistema se vincula en nuestros contextos nacionales a la injusticia tributaria, donde ingentes masas de dinero de la carga fiscal son destinadas al pago de la deuda o los servicios de la deuda y no a otras obligaciones de los Estados como garantes del bienestar social y los derechos de su población.
Además se abordó la situación en América Latina de lo que genera la fuga de capitales a través de mecanismos como el carry trail también conocido como bicicleta financiera: esto es la colocación de divisas extranjeras en los mercados nacionales a tasas altas de interés, para enseguida ser recompradas y dirigidas a engrosas capitales en el exterior, con la complicidad muchas veces de agencias gubernamentales y bancos centrales.
A continuación, la exposición desde Londres del economista Matti Kohonen, miembro de Transparencia Internacional, ejemplificó sobre las apuestas sobre incidencia para la justicia fiscal a nivel internacional. Los últimos 20 años, desde la creación de la mencionada agencia, en tanto a nivel internacional como a nivel regional, fue aumentando su accionar y el número de organizaciones, incluso ecuménicas y eclesiales, que participan de sus acciones. En particular, Kohonen presentó las iniciativas de las iglesias por la justicia tributaria en Gran Bretaña, un colectivo de iglesias cristianas que también están haciendo parte de este llamado a la justicia fiscal: cómo se actúa desde las redes y se hace incidencia con aquellos tomadores de decisión, tanto del Estado como instituciones pertenecientes al sistema financiero. Se hace énfasis en la dificultad de la tarea, pero con el compromiso y el apoyo mutuo entre organizaciones que la hace posible y sostenible en el tiempo, lo que permite resultados en los foros internacionales
La esperanza está en la posibilidad concreta de unir fuerzas en torno de justamente modificar, transformar este sistema, los sistemas regresivos que tenemos en nuestro países en materia tributaria.
Para finalizar, el prof. Daniel Libreros de Colombia quien colabora junto a la Profa. Maria Lucia en la red de deuda externa, enfatizó fuertemente en las desigualdades que provoca el sistema tributario colombiano y lo que sucedió a partir de las movilizaciones sociales y su caracterización. El Paro Nacional decretado en abril de 2021 en Colombia tiene que ver con una modificación del sistema tributario que afectaba a gran parte de la población. Y eso es lo que provoca después las marchas y movilizaciones callejeras a partir de un actor que no necesariamente está organizado pero sí que reacciona frente a lo que considera que es injusto como medida: y es el mismo fenómeno de Chile hace 2 años atrás con los jóvenes con el aumento de un servicio público. Estos son fuertes indicadores de un malestar en la sociedad que también exige la necesidad de visibilizar los modelos económicos y tributarios que durante años ha provocado este tipo de desigualdades. Y esto se encuentra vinculado a unas series de ámbitos que tiene que ver, como las deudas públicas y externas, con la concepción de un modelo neoliberal y un sistema capitalista que provoca decididamente desigualdades, lo que en los últimos años ha generado muchísima concentración económica y financiera en términos de lo que es el sistema bancario y la arquitectura financiera internacional.
TERCERA JORNADA
El último día de trabajos contó en la mañana con la intervención en directo desde Bogotá, de Humberto Ortiz, quien introdujo en el marco conceptual de la economía de Francisco. Es difícil definir, en palabras del expositor, en que consiste. Señala que en palabras del Papa Francisco, lo que se hace no es definir sino cuestionar lo que acontece con la economía en estos momentos, donde es necesario modificar el orden establecido:
La economía tiene que ser ecológica, la economía tiene que ser circular, que esté en juego el planeta. Es necesaria la visión ecuménica para repensar la economía.
La defensa del trabajo es parte fundante de esta propuesta. Es necesario encontrar formas de articulación de las economías solidarias y populares, que suelen estar relegadas de los análisis económicos y ser mal llamadas «informales», cuando constituyen la realidad cotidiana de la mayor parte del mundo del trabajo en nuestro continente.
Tras la intervención de Ortiz, la jornada final del evento se volcó al trabajo en equipos, sostenido durante las jornadas previas. Los liderazgos y referentes de las iglesias y organizaciones presentes se enfocaron a elaborar una hoja de ruta con objetivos y acciones concretas para implementar el Proyecto #ZAQUEO en la región, en la búsqueda de generar una plataforma de incidencia de inspiración ecuménica pero que abrace a la mayor cantidad de actores posibles, haciendo énfasis en las particularidades locales y regionales de los efectos negativos que debemos revertir de un sistema económico y financiero injusto que se sigue sosteniendo sobre las espaldas de nuestras sociedades.
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