Una treintena de personas en forma presencial y algunas más que se sumaron con sus conferencias y presencias virtuales hemos comenzado el 1° de diciembre a compartir, analizar y proyectar sobre el Proyecto #ZAQUEO: campaña por justicia tributaria y reparación | Por Rev. Darío Barolin
La economía pareciera ser cosa de cuadros, números y flujos difíciles de entender. Más complejo aún si pensamos en impuestos. No nos gusta pagarlos, pero no sabemos mucho quiénes pagan y quiénes no pagan. Cuáles son los criterios que se utilizan y sobre todo hacia dónde van esos impuestos.
Pero Zaqueo se bajó del árbol, aquí en Barranquilla dicen que se trata de un “mata ratón”, ese árbol tan característico del caribe.
Una treintena de personas en forma presencial y algunas más que se sumaron con sus conferencias y presencias virtuales hemos comenzado el 1° de diciembre a compartir, analizar y proyectar sobre el Proyecto Zaqueo, campaña por justicia tributaria y reparación. Un detalle particular a destacar es la diversidad de dones, regiones y experiencias de quienes participamos. Otro aspecto a resaltar es la participación de personas jóvenes, lo cual revela la existencia de una fuerza nueva que augura un mayor involucramiento de nuestras iglesias y organizaciones ecuménicas en estos temas.
En el día de ayer nos adentramos en el relato bíblico de Lucas 19, al tiempo que comenzamos a introdujimos en esta campaña impulsada por la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y otras organizaciones ecuménicas. En las ponencias y los diálogos posteriores, pudimos conocer y compartir sobre las diversas formas impositivas, cómo funcionan, especialmente en América Latina, su relación con la política, con las deudas, con la inequidad, etc.
Pudimos ver los casos concretos de varios países de la región y en todos los casos, aún con sus diferencias, percibimos una constante que es la injusticia de los sistemas tributarios existentes y cómo favorecen la inequidad, el aumento de la desigualdad y el ensanchamiento de la brecha entre el decil más rico y los sectores más empobrecidos.
Como seguidoras y seguidores de Jesucristo recibimos el llamado de sostener nuestra voz profética de denuncia y de propuestas, de alcanzar acuerdos para que estos temas puedan ser conocidos, debatidos y superados en busca de una sociedad más equitativa.
Zaqueo, ya abajo del árbol dice:
…la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
(Lucas 19:8)