Entre el 21 al 25 de mayo se realizó la Consulta Internacional sobre Sexualidad Humana, Género y Diversidades organizada por la Iglesia Unida de Canadá y la Corporación Universitaria Reformada, en Barranquilla, Colombia. El objetivo fue de profundizar en un marco de análisis sobre las crecientes desigualdades de género y en relación a la población LGBTI en América Latina y el Caribe, con un énfasis particular en Colombia y los acuerdos de paz, con un enfoque de interseccionalidades que articule la sexualidad con lo cultural, lo étnico-racial y la regionalidad.
Entre las 22 organizaciones latinoamericanas presentes, AIPRAL estuvo representada por el Rev. Paulo Câmara,
director del Depto. de Teología y Misión. En la consulta participaron cerca de 30 personas de varios países, representando
iglesias, instituciones de educación teológica, teólogas y teólogos, activistas sociales, defensores de los derechos humanos de
la población LGTBI y agencias de cooperación
Un resultado importante de esta reunión fue la creación de un espacio
seguro que proporcionó diálogo y compartimiento de experiencias, relecturas sobre contextos, y compromiso para la lucha por la
justicia en relación a este grupo de personas. El Rev. Paulo pudo compartir un estudio bíblico teológico sobre el tema:
El makarioi de Dios en el contexto de creciente desigualdad y no respeto a los derechos humanos en términos de género y de diversidad sexual
donde pudo abordar la relevancia de la voz profética cristiana en contextos de injusticia de género, sufrimiento humano y marginalización de las voces.
En una nota de la agencia ecuménica ALC, los organizadores del evento afirmaron:
“Este encuentro permitió elaborar principios y estrategias para el trabajo en y desde las iglesias e instituciones educativas hacia la sociedad, que favorezcan la equidad de género, la inclusión de la diversidad humana, y el pleno respeto de los derechos de todos los Seres Humanos. Los resultados de la consulta serán presentados en los próximos días por medio de un documento que busca ofrecer a las iglesias, instituciones de educación y sectores sociales insumos para el análisis de la realidad, perspectivas bíblicas, teológicas y humanas, así como estrategias educativas, pastorales y de incidencia que nos permitan vivir en una sociedad que respete los derechos humanos de todas las personas y haga posible la inclusión de la diversidad humana de manera plena”.
