En ocasión de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, AIPRAL, a través de su Departamento de Mujeres, se une a la voz de todas las mujeres del mundo, en el reclamo de sociedades libres de violencia basada en el género, que apuesten a la reparación, la equidad y la solidaridad todos los días.

Compartimos con ustedes las palabras de las mujeres que construyen día a día la Iglesia de Cristo en el continente. Mujeres que son referentes de sus comunidades y congregaciones, que son directoras o moderadoras de sus iglesias nacionales, que representan a nuestra Alianza en diferentes ámbitos ecuménicos.

Acercamos también, las palabras de nuestra directora de mujeres, Rev. María de la Concepción Jiménez, que nos invitan a rememorar la historia tras el 8 de marzo, así como la experiencia de María Magdalena y la pregunta que invita a toda esperanza.

DEPARTAMENTO DE MUJERES AIPRAL

MENSAJE DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
8 DE MARZO 2021

“¿MUJER POR QUÉ LLORAS? ¡MARÍA!”

Juan 20:15-16

En el contexto de la Cuaresma y de la COVID-19, en este 08 de marzo, es muy importante rescatar dos elementos muy esenciales del texto bíblico del Evangelio en el cual, Juan nos relata el encuentro de Jesús con una Mujer. Como primer elemento, podemos señalar el momento en el cuál Jesús la ve, se le acerca y, le pregunta ¿Mujer porqué lloras? ¿A quién buscas? Al hablarle y hacerle la pregunta directamente, Jesús la identifica en su condición de ser persona, de ser mujer y, dispuesto a escucharla, le ofrece la oportunidad de que se exprese la causa de su llanto, de su dolor, de su lamento. Podemos inferir que el llanto, el dolor y lamento de la Mujer, se debía a que no encontraba su esperanza, se la habían robado. Como segundo elemento, encontramos a Jesús llamando a la mujer por su nombre ¡María! Jesús, la hace visible con un nombre propio, que implica también tener un rostro físico. Ella es María Magdalena.
Ante las diversas situaciones en las que las mujeres ahogan su llanto, callan su de dolor, su lamento, el relato del encuentro de Jesús con María Magdalena, presenta el reto de que se propicien los espacios a través de los cuales, las mujeres puedan expresarse, ser escuchadas y al igual que María Magdalena, fortalecidas puedan ir a otros lugares para comunicar la esperanza recuperada. Hacemos un llamado a nuestras Iglesias a nuestras comunidades de fe, para que asuman ese reto enseñado por Jesús y, se conviertan en abanderadas en su implementación.
Las mujeres a través de sus constantes luchas han logrado grandes conquistas, sin embargo, aún queda mucho camino que recorrer a fin de que disfrutemos a plenitud nuestros derechos, con la dignidad que nos es propia. Por lo tanto, es preciso que las mujeres podamos escuchar la pregunta ¡María! ¿Mujer porque lloras?

RECORDANDO LA HISTORIA

El año 1975 fue declarado por las Naciones Unidas el 08 de marzo como Día Internacional de la Mujer y, en el marco de este nuevo año de conmemoraciones, también es preciso traer a la memoria, una de las simbologías que nos permiten ubicarnos en los procesos vividos que, dieron paso al Día Internacional de la Mujer. Nos referimos, al uso del color MORADO que de igual forma, es utilizado el 25 de noviembre, Día contra la Violencia de Genero. Cuenta la historia que, en el año 1908, sucedió un incendio en una fábrica textil en los Estado Unidos de América. “Las trabajadoras de la empresa Cotton New York se declararon en huelga y el dueño del negocio prendió fuego al edificio. Murieron 129 mujeres que estaban encerradas en la fábrica. Según cuenta la leyenda, las empleadas estaban trabajando con telas de color violeta, y el humo que salía de la fábrica y que podía apreciarse a varios kilómetros de distancia, era de ese color”.
Las 129 mujeres que murieron en el incendio, fueron silenciadas con la muerte física, nadie las vio, ni se acercó, ni escuchó sus llantos, sus gritos, sus dolores, sus lamentos. Sin embargo, el color Morado, ha permitido que esas mujeres hoy, tengan nombres y rostros, a través de cada mujer que hemos asumido el uso de ese color como símbolo de identidad en medio de las luchas que aún se continúan dando, a fin de reivindicar los logros de aquellas 129 mujeres.