La Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL), inspirada por su compromiso evangélico con la paz y la justicia, quiere expresar su consternación por la grave situación que vive hoy el hermano pueblo peruano. Más de 60 personas resultaron muertas por la acción de las fuerzas públicas contra las movilizaciones que desde diciembre sostienen amplios sectores de la población, sobre todo del Sur rural del Perú, ante el escenario de crisis política. Quienes se manifiestan denuncian detenciones arbitrarias, criminalización de las protestas y “terruqueo”, la práctica de calificar como terroristas a quienes participan en las movilizaciones.
La violación de los más elementales derechos de sus cuidadadanes por un gobierno golpista y la violenta represión ejercida por la policía , como resultado del irrespeto por la legitimidad de un gobierno elegido por el pueblo; nos conminan a unir nuestra voz a otras tantas organizaciones y movimientos que llaman a la solidaridad con el pueblo peruano. Hacemos una exhortación a nuestras iglesias miembro a continuar orando por Perú, por sus comunidades de fe y especialmente por aquellas personas que han sido presas injustamente, algunas de ellas con paradero desconocido. A la comunidad de fe internacional y movimientos ecuménicos pedimos que continúen alzando su voz profética para detener la represión, las detenciones arbitrarias y se pueda restaurar el orden constitucional de inmediato. Al pueblo peruano va nuestra solidaridad y acompañamiento, nuestras oraciones y nuestro compromiso de asumirlas en todo lo que sea necesario hacer, de forma que la justicia, la dignidad de cada persona y la paz, prevalezcan.
En palabras del profeta:
«que fluya como el agua el derecho y la justicia como arroyo perenne.»Amós 5:24
