En las vísperas de la Cumbre del G20 en noviembre de este año, se reunió el Panel Ecuménico para una Nueva Aquitectura Económica y Financiera Internacional – NIFEA, por sus siglas en inglés. El panel de técnicos y referentes ecuménicos promueve distintas campañas y compromisos de incidencia de las religiones en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, analizando los sistemas económicos globales, los regímenes fiscales y como afectan las diferentes regiones del planeta. La Secretaria Ejecutiva de AIPRAL representó a nuestro continente y las acciones que se llevan adelante desde la Alianza.
«Las religiones y Organizaciones Basadas en la Fe (OBF) podemos y debemos aportar nuestra mirada, una mirada basada en nuestra visión del ser humano y en lo que presenciamos día a día en nuestras comunidades. Tal mirada nos dice que hay un incremento en la desigualdad social y en el deterioro ambiental. Dicha racionalidad de fe, además, está avalada por la mirada científica y las estadísticas internacionales.» Con estas palabras del Foro sobre Arquitectura Financiera Internacional del 2018 en Argentina – hechas en el marco del G20 de ese año – , se enfatizaba en el compromiso de las iglesias con un mirada crítica al sistema financiero y económico internacional. Una mirada crítica a las racionalidades economicistas, que enriquecen por un lado, y empobrecen y expulsan constantemente a miles y miles de personas. Mirar y comprender la economía mundial, como se conectan las balanzas comerciales de los países, como se mide el ‘desarrollo’, las relaciones norte-sur, la construcción histórica de la riqueza, la guerra y los intereses que la promueven… Son aspectos que debemos promover en nuestras iglesias, que fieles a la Palabra ayudan a quienes más lo necesitan en sus territorios, y son testigos en primera línea de la realidad que padecen los sectores marginados en la región latinoamericana.
Pandemia mediante, el NIFEA se sostuvo como programa ecuménico llevado adelante por la CMIR, por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Consejo para la Misión Mundial (CWM), la Federación Luterana Mundial (FLM) y el Consejo Metodista Mundial (CMM).
En la 5ª sesión del Panel Ecuménico de NIFEA, desarrollada en Bali, Indonesia, del 11 al 13 de octubre de 2022, estuvo presente la Secretaria Ejecutiva de AIPRAL, Rev. Dora Arce-Valentín, representando a nuestra región y compartiendo con demás actores ecuménicos, los avances y proyecciones del plan estratégico de la Alianza en el marco del NIFEA. AIPRAL lanzó en diciembre de 2021, el Proyecto #ZAQUEO para la región, campaña que busca el intercambio académico y la incidencia de las iglesias para la promoción de sistemas fiscales justos en los países de América Latina, así como la reparación económica de las naciones históricamente afectadas por el modelo económico concentrador.
Arce-Valentín resaltó que «Bali va ser la sede de la Cumbre del G20 en noviembre. Entre las muchas tareas del panel, está la de establecer una serie de prioridades para plasmarla en una declaración pública que se enviará desde los organismos ecuménicos a los gobiernos presentes en el G20».
El Panel fue una buena oportunidad para compartir y encontrarnos después de la pandemia, actualizar cosas que quedaron pendientes de las reuniones anteriores y establecer nuevas prioridades por los próximos 3 años. Particularmente, la ratificación de la necesidad de actuar con urgencia ante la crisis ambiental, así como apuntalar la propuesta de AIPRAL de promover con mucha seriedad el Proyecto #ZAQUEO en nuestra región. La Alianza está en un buen momento para involucrar a las iglesias miembros en esta campaña que fundamentalmente busca la incidencia en gobiernos de los países para una mayor justicia fiscal y distributiva.
Rev. Dora Arce-Valentín – Secretaria Ejecutiva de AIPRAL
Sandrine Dixon-Decleve, copresidenta del Club de Roma, pidió cinco cambios de rumbo a nivel mundial. “Debemos transformar y acelerar el desarrollo humano en los países de bajos ingresos reformando el sistema financiero y comercial internacional. También debemos mejorar la distribución de la riqueza asegurando que el 10 % más rico no posea más del 40 % de la renta nacional”, dijo Sandrine, destacando también la importancia de transformar los sistemas energéticos, para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero por década, y la agricultura, para que los sistemas alimentarios sean regenerativos y positivos para la naturaleza. “Por último, tenemos que transformar los desequilibrios de poder entre hombres y mujeres. Debemos empoderar a las mujeres e invertir en educación para todos y todas”, concluyó.