Brasil frente a la pandemia COVID-19

Posicionamiento de la Iglesia Presbiteriana Independiente en Brasil contra la pandemia del nuevo coronavirus

La Iglesia Presbiteriana Independiente de Brasil (IPIB), una organización religiosa fundada en 1903, rama legítima de la reforma protestante del siglo XVI, con un amplio legado en misión, educación, diaconía y asistencia social, actualmente con 769 templos en todo el país, que reúne a 100 mil miembros, liderados por 993 pastoras y pastores y 65 misioneras y misioneros, a través del Comité Ejecutivo de su Asamblea General (COMEX-AG), se posicionan oficialmente ante la grave crisis causada por el nuevo coronavirus, que está afectando el Brasil y el mundo, en los siguientes términos:

1. Como Iglesia, asumimos públicamente, ante Dios y la sociedad brasileña y mundial, nuestra posición inquebrantable a favor de la vida. Somos siervas y siervos del Dios viviente (Jeremías 10.10) a quien debemos obediencia ante cualquier otra autoridad instituida y que envió a su único hijo, Jesús, para promover la vida y sacrificar la suya para que todos tengamos vida y vida en abundancia. (Juan 10.10);

2. A pesar del decreto emitido por el Presidente de la República para considerar a las iglesias en la lista de actividades esenciales, autorizando de hecho que se abran los templos, decreto sub judice, y no obstante otras autoridades públicas y administrativas vayan en el mismo camino, la COMEX-AG mantuvo la decisión tomada el 20 de marzo de 2020, cuando suspendió las actividades presenciales de todas las iglesias locales, indefinidamente, siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias brasileñas y la Organización Mundial Salud (OMS) para que TODOS SE QUEDEN EN CASA, especialmente en este período de mayor contaminación;

3. Que los líderes de todas las iglesias hagan uso de recursos electrónicos para la transmisión de servicios, estudios y mensajes a través de las redes sociales, para que los miembros de nuestras comunidades continúen recibiendo el apoyo espiritual necesario;

4. Que los líderes de las iglesias, si así lo entienden, pongan sus dependencias al servicio del poder público para cuidar a los enfermos y apoyar a las víctimas de esta tragedia, dandole sentido en este momento de adversidad, a nuestra herencia de cuidado integral para la vida humana y con toda la creación de Dios;

5. Que la Secretaría Nacional de Diaconía despierte en las iglesias locales la movilización de voluntarios para ayudar a las personas mayores y con necesidades especiales, haciendo compras de alimentos y medicinas, y ayudando materialmente a las familias, dentro o fuera iglesias, víctimas de la crisis económica en el país. Además, que se realice un registro de profesionales de la salud mental para brindar asistencia, por teléfono o por videoconferencia, a las personas que necesitan apoyo emocional.

Actuando de esta manera, IPIB, siguiendo los pasos del Señor Jesucristo, orando y trabajando, reafirma su compromiso prioritario con la preservación de la VIDA de las personas, con la esperanza de que las consecuencias económicas que surgirán de esta crisis sin precedentes serán resueltas por las autoridades gubernamentales brasileñas. con la ayuda y guía de Dios, así como con la participación de todo el pueblo brasileño.

Rev. João Luiz Furtado
Presidente de la Asamblea General de IPI do Brasil